domingo, 16 de febrero de 2014

Temas y...consejos paquidermianos

En una de las últimas entrevistas radiofónicas que se le hicieron a la polémica Xóchitl Gálvez Ruiz, Comisionada Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, dijo algo que lo traigo a colación en este espacio para aquellos que aspiren a convertirse en políticos y sobre todo en servidores públicos.
Mencionó que cuando viajó a la capital del país para integrarse al gabinete de Vicente Fox Quesada, los campesinos de su pueblo le pidieron que al desempeñar el cargo que se la había conferido, actuara como si fuera una elefanta:
Para tener los pies bien puestos en la tierra, la piel dura para soportar los fregadazos políticos, las orejas bien grandes para escuchar al pueblo y la cola corta para evitar que se la pisen.
Muchos servidores públicos tanto en los tres niveles de gobierno como en los cargos de elección popular, suelen flotar en el aire.
No tienen los pies bien puestos en la tierra y eso les genera problemas.
No son como los elefantes.
Hay otros que con los golpes políticos aunque no sean tan fuertes, se derrumban.
Tienen la piel muy sensible.
No son como los elefantes, que tienen la piel dura.
Algunos aunque tengan orejas grandes no escuchan al pueblo.
El ex presidente Carlos Salinas de Gortari fue famoso por sus grandes orejas, pero como dijo alguna vez “ni los veo ni los oigo”, refiriéndose a un sector de la población que le reclamaba sus acciones políticas.
Políticos como él, hay muchos.
No escuchan al pueblo.
A pesar que este es el verdadero patrón de todos los servidores públicos.
No son como los elefantes que tienen las orejas grandes para escuchar bien.
Hay quienes no tienen la cola corta, sino demasiado larga.
Hacen caso omiso a esa máxima que dice que para tener la lengua larga hay que tener la cola muy corta.
Pero ni sudan ni se acongojan.
Se acostumbran.
Y la cola les crece y crece como a los dinosaurios.
No son como los elefantes, que tienen la cola corta, para que no se las pisen.
Tengo la impresión de que en el caso de la Xóchitl Gálvez, esta ex servidora pública mal hablada, sí le hizo caso a sus paisanos.
Se fue del gobierno federal, como llegó.
Bueno a la mejor con un pequeño capital que le generó su salario y que no tenía en el año 2000.
No creo que sus cuentas bancarias personales se hayan incrementado de manera notable en esos seis años.
A leguas se ve que es legal, decente, honrada, pues.
En una gran cantidad de poblados rurales del país, queda el testimonio de las acciones de la Comisionada.
Eso si, insatisfecha por no haber hecho más por los indígenas de este país.
A la mejor me equivoco, pero por eso hago énfasis en que tengo la impresión, de que la Xóchitl es de esas aves que cruzan el pantano y no se manchan.
O a la mejor sí, pero muy, muy poquito...

La lectura es vida, lo demás...es lo de menos...hzr@prodigy.net.mx

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