En una de las últimas
entrevistas radiofónicas que se le hicieron a la polémica Xóchitl Gálvez Ruiz,
Comisionada Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, dijo algo que
lo traigo a colación en este espacio para aquellos que aspiren a convertirse en
políticos y sobre todo en servidores públicos.
Mencionó que cuando
viajó a la capital del país para integrarse al gabinete de Vicente Fox Quesada,
los campesinos de su pueblo le pidieron que al desempeñar el cargo que se la
había conferido, actuara como si fuera una elefanta:
Para tener los pies
bien puestos en la tierra, la piel dura para soportar los fregadazos políticos,
las orejas bien grandes para escuchar al pueblo y la cola corta para evitar que
se la pisen.
Muchos servidores
públicos tanto en los tres niveles de gobierno como en los cargos de elección
popular, suelen flotar en el aire.
No tienen los pies
bien puestos en la tierra y eso les genera problemas.
No son como los
elefantes.
Hay otros que con los
golpes políticos aunque no sean tan fuertes, se derrumban.
Tienen la piel muy
sensible.
No son como los
elefantes, que tienen la piel dura.
Algunos aunque tengan
orejas grandes no escuchan al pueblo.
El ex presidente
Carlos Salinas de Gortari fue famoso por sus grandes orejas, pero como dijo alguna
vez “ni los veo ni los oigo”, refiriéndose a un sector de la población que le
reclamaba sus acciones políticas.
Políticos como él, hay
muchos.
No escuchan al pueblo.
A pesar que este es el
verdadero patrón de todos los servidores públicos.
No son como los
elefantes que tienen las orejas grandes para escuchar bien.
Hay quienes no tienen
la cola corta, sino demasiado larga.
Hacen caso omiso a esa
máxima que dice que para tener la lengua larga hay que tener la cola muy corta.
Pero ni sudan ni se
acongojan.
Se acostumbran.
Y la cola les crece y
crece como a los dinosaurios.
No son como los
elefantes, que tienen la cola corta, para que no se las pisen.
Tengo la impresión de
que en el caso de la Xóchitl Gálvez, esta ex servidora pública mal hablada, sí
le hizo caso a sus paisanos.
Se fue del gobierno
federal, como llegó.
Bueno a la mejor con
un pequeño capital que le generó su salario y que no tenía en el año 2000.
No creo que sus
cuentas bancarias personales se hayan incrementado de manera notable en esos
seis años.
A leguas se ve que es
legal, decente, honrada, pues.
En una gran cantidad
de poblados rurales del país, queda el testimonio de las acciones de la
Comisionada.
Eso si, insatisfecha
por no haber hecho más por los indígenas de este país.
A la mejor me
equivoco, pero por eso hago énfasis en que tengo la impresión, de que la
Xóchitl es de esas aves que cruzan el pantano y no se manchan.
O a la mejor sí, pero
muy, muy poquito...
La lectura es vida, lo
demás...es lo de menos...hzr@prodigy.net.mx
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