Según una evaluación que se hizo a finales del año
pasado, se estableció que el número de millonarios en México creció en un 6.6
por ciento.
Parece chiste cruel, pero no lo es.
No faltará quien diga que ya en nuestro país, en otra
época hubo más millonarios que en cualesquier otro lugar del mundo, inclusive
que en el vecino país del norte.
Si, porque en los 80´s y parte de los 90´s, con
aquello de la inflación de repente, todos nos convertimos en millonarios, hasta
que el ex presidente Carlos Salinas le quitó tres ceros a la moneda y también a
nuestros sueños guajiros de tutearnos con los Rockefeller, los Buffet, los
Gates y hasta con el magnate de Telmex, Carlos Slim.
Lo de millonarios, se esfumó como pompa de jabón.
Pero ahora llegarle al millón de pesos no es tan
fácil.
Como que suda más el copete y no lo digo por quien
usted ya sabe.
Es más, a lo mejor no me lo cree, pero yo estoy en esa
estadística.
Y no precisamente porque sea millonario de lombrices,
como dice la canción de Casas de Cartón, sino porque mi Afore ya rompió la
barrera del millón de pesos.
Incluso, hay días en que no duermo nomás pensando en
qué haría con ese dinero.
Pero, como el perro del hortelano, nomás me relamo los
bigotes porque no puedo, obviamente, tocar un sólo centavo de ese dinero pues
se supone que es la base de mi pensión cuando me jubile, que ya no me falta
mucho.
El tema lo traigo a colación porque aunque parezca
reiterativo, es de vital importancia para millones de personas que algún día
tendrán que jubilarse o pensionarse.
Ahora que se pagó en diciembre el famoso aguinaldo,
leí una información en la que se hacía la sugerencia de que se ahorrara el 80
por ciento del mismo en la Afore para que cuando llegue la pensión, esta sea
suficiente para una vida digna y decorosa al final de nuestra existencia.
Y a la mejor para quienes ganan decenas de miles de
pesos a la semana o quincena, está bien la recomendación, pero para los que
nuestro aguinaldo son unos cuantos míseros pesos, como que es una burla.
Lo que si debemos, todos aquellos que tengamos una
Afore, es informarnos sobre cuál es la mejor manera de manejarla para que nos
puedan entregar el dinero suficiente a la hora de nuestra jubilación.
Y sí, es cierto que si hay ahorro voluntario, el
porcentaje de la pensión se puede incrementar porque resulta que usted sólo
recibirá una cantidad no equivalente al 100 por ciento de lo que le debería corresponder
en justicia, sino un 65% o menos y eso va a repercutir en sus finanzas
familiares.
Hay personas, la cifra alcanza millones, que no se
preocuparon por informarse qué fue lo que pasó cuando surgieron las Afores y
van a tener serios problemas a la hora de que tengan que dejar sus respectivos
empleos por alcanzar la edad para jubilarse.
Preguntar, no cuesta nada.
No saberlo, puede representar una mala decisión para
el pensionado o jubilado y su familia.
Y no hay reversa.
Así es que, perdón por la insistencia, pero como dicen
los comerciales de la reforma energética, infórmese, infórmese.
La lectura es vida, lo demás…es lo de
menos…hzr@prodigy.net.mx
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