Antes,
cuando se le preguntaba a un niño o jovencito, qué le gustaría ser de grande,
normalmente contestaba o bombero o policía.
Hace
unos meses, según una encuesta que se divulgó al respecto, un 26 por ciento de
los jovencitos encuestados sobre el tema, contestaron que ellos quisieran ¡ser
narcos o sicarios!
Son
tiempos de modernidad.
Ese
porcentaje de respuestas en tal sentido, es de preocuparse.
Nuestro
país necesita de profesionistas en todas las ramas y no es posible que la
juventud esté mas interesada en seguir una carrera relacionada con el delito,
que una profesión que contribuya al progreso del país y al mismo tiempo los
beneficie a ellos y a sus familias.
¿Narco
o sicario?
Si
uno revisa los contenidos de las telenovelas en boga y las carteleras cinematográficas,
se dará cuenta que el fenómeno del narcotráfico está muy presente en una número
importante de melodramas o películas.
Incluso,
algunas series de TV, relacionadas con el tema, son de las más exitosas.
Ya
se habla de que se trabaja en el guión de lo que sería una película sobre la
vida y milagros de Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo.
Desde
luego, el tema no debe soslayarse.
Pero
creo que, aunado a los corridos que se cantan como loas a algunos grandes capos
del narcotráfico, tanta apología de esos personajes, ha contribuido a que los
jóvenes de nuestro país tengan una idea distorsionada de lo que son los narcos
y los sicarios.
El
dinero fácil y los lujos que un narco puede darse, son un atractivo para
cualesquiera.
Es
más fácil alcanzar un status poderoso económicamente hablando, si se involucra
en el narcotráfico que desempeñar una carrera profesional.
Pero
hay que recordar que, al menos hasta hoy, esa actividad es ilícita y se castiga
con la ley.
Además,
no podemos soslayar que muchos jóvenes están siendo utilizados como carne de
cañón por los Cárteles de las drogas, precisamente, con el señuelo de que
tendrán dinero a montones, poder y muchas cosas a su alcance.
¿Cuántos
de los más de 80 mil muertos que dejó como saldo la guerra que llevó a cabo el
gobierno encabezado por Felipe Calderón, fueron víctimas de menos de 18 años?
Será
interesante conocer el dato.
Por
ello, que un poco más de un cuarto del total de los jóvenes encuestados sobre
el tema, haya coincidido en alcanzar el status de narcotraficante o sicario,
insisto, es preocupante.
No
hay que perder de vista que en México, hay más pobres que ricos o personas que
pueden vivir decorosamente.
Eso
significa que hay un potencial enorme para nutrir las bandas criminales que ya
dominan todos los rincones del país.
Es
cierto que se ha avanzado en el combate frontal al crimen organizado, pero
sigue siendo un flagelo que ocupa y preocupa a nuestras autoridades de todos
los niveles.
Esa
cifras de jóvenes que aspiran más a convertirse en narcos que en
profesionistas, debe llevar a una reflexión.
Valorarla
a fondo por parte de las autoridades y determinar qué medidas se pueden tomar
para cambiar, en la medida de lo posible, esa percepción que tiene ese
porcentaje de jóvenes que anhelan convertirse en narcos o sicarios cuando sean
mayores de edad, o incluso antes.
¿No
cree usted?
La
lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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