En los últimos días, dos laureados premios Nobel han
sido noticia: Octavio Paz, por el centenario de su natalicio y Gabriel García
Márquez, porque sufrió una crisis de salud que lo llevó al hospital la semana
pasada y que, por fortuna no fue tan
grave. Como un reconocimiento a estos dos hombres universales, publico de nuevo
esta colaboración que escribí hace unos años y en la que se hace alusión,
precisamente al premio Nobel mexicano y al premio Nobel colombiano, ambos, de
Literatura:
“Decía el laureado poeta Octavio Paz que el silencio
es parte de la palabra.
Hace unos días en entrevista para la TV el actor
Mauricio Islas, quien se hiciera famoso hace una década por un escándalo
relacionado con una de las hijas del cantante venezolano, José Luis Rodríguez El Puma, dijo que el ser humanos es
esclavo de sus palabras y dueño de su silencio.
Hay una frase que dice que es más sabio el que
escucha, que el que habla.
Otra que dice que el pez por su boca muere, que es una
alusión a que lo mejor es no abrir la boca y quedarse callado.
Obviamente que no se trata de quedarse callado para
siempre.
Hay momentos en que es necesario utilizar las
palabras.
Muchos han cambiado el mundo a base de lo que dicen.
El caso más reciente lo tenemos con el hoy presidente
de Estados Unidos Barack Obama.
Pero también ha habido quienes lo han cambiado a base
del silencio, como fue el caso del venerado Mathama Gandhi quien con su
silencio logró la independencia de su país nativo la India, de la Gran Bretaña.
Alguna vez en este espacio le hablé del momento en que
el Nóbel colombiano, Gabriel García Márquez se dio cuenta de la fuerza de la
palabra.
Fue una vez que siendo un jovencito miró a un muchacho
que se paseaba en su bicicleta estuvo a punto de atropellar a un sacerdote,
pero una persona le grito ¡cuidado! y así evitó que el religioso fuera
atropellado.
El silencio siempre ha acompañado al ser humano.
De hecho, según la historia los primeros seres humanos
que poblaron la tierra no emitían prácticamente ninguna palabra.
Era una especie de gruñidos y señas, lo que utilizaban
para comunicarse.
De hecho los mimos, son una viva representación de
cómo en aquella etapa de la vida se comunicaban los humanos. Marcel Marceu
recién fallecido, fue el más grande de ellos.
Y el silencio también ha sido una forma de protesta.
Recordamos por ejemplo, la marcha del silencio en el
68.
O la marcha más reciente para protestar allá en la
capital del país contra la violencia, hace tres años.
El ¿por qué no te callas? Del Rey Juan Carlos de
España al presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Pero no es fácil guardar silencio.
Bien dice el actor Mauricio Islas que los seres
humanos somos esclavos de nuestras propias palabras.
Por ello, es recomendable que pensemos muy bien lo que
vamos a decir y de ser posible mejor guardemos silencio.
Para no meter la pata, como se dice coloquialmente.
¿No cree usted?”.
La lectura es vida, lo demás…es lo de
menos…hzr@prodigy.net.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario