Un
admirador del enorme Agustín Lara, que prefirió el anonimato, me envió esta
crónica que con mucho gusto reproduzco en este espacio:
“Historia,
música, literatura, vida y pasiones de Agustín Lara fueron algunos de los
ingredientes que más de mil paceños disfrutaron durante el programa que
organizó el Ayuntamiento encabezado por Esthela Ponce Beltrán, durante el homenaje
que se rindió al famoso Flaco de oro,
el pasado fin de semana en el Teatro de la Ciudad.
Acontecimientos
culturales de esta magnitud debieran ser asunto normal en esta capital, por eso
resulta extraordinario el esfuerzo que se realizó para combinar las figuras del
propio cantautor de María Bonita, con
la intervención siempre amena y curiosa de los escritores Guadalupe Loaeza y
Pável Granados, y del tenor sinaloense-sudcaliforniano Enrique Astorga, quien
interpretó diversas melodías de Lara que fueron coreadas por el público
asistente.
Tal vez
para los que no asistieron fuera desalentador asistir a media tarde, en domingo
y con el sueño retrasado por el cabio de horario, pero lo poco más de mil cien
que acudieron salieron más que satisfechos por haber disfrutado del programa
desde que inició hasta que el tenor Astorga, en un encore, regaló dos interpretaciones más que arrancaron aplausos y
las ganas de no dejar el más importante escenario de la entidad.
La
trayectoria de Guadalupe Loaeza, una escritora defeña surgida en los años
noventa, procedente de una aristócrata familia porfiariana, es significativa
entre la cultura popular desde que publicó Las niñas bien, una crónica burlesca
de la clase alta mexicana, por lo que fue considerada una niña terrible entre
su propia clase.
En
tanto, Pável Granados es un joven escritor aficionado a la investigación de la
cultura popular mexicana y que refirió incontables anécdotas que rayaron en la
desmitificación del compositor mexicano casado en algún tiempo con María Félix.
El
programa, basado en el libro Mi novia la
tristeza, que ambos escritores publicaron hace seis años en Editorial
Océano, recreó la vida de Lara a través de la letra de sus canciones y las
relaciones que sostuvo con diversas mujeres hasta el mismo día de su muerte.
Para Loaeza resulta asombroso cómo Lara conquistó a algunas de las mujeres más
bellas de su tiempo y nunca dejó de tenerlas a su lado. Esta sería, dirían los
escritores el pasado domingo, una de las más visibles pasiones de Lara, junto
con la composición y la ejecución del piano.
Extraordinaria
ocasión para acercarse a uno de los cantautores más reconocidos de nuestro
país, que ha sido interpretado por cientos de cantantes de todos los géneros,
desde el género de Ranchero, con Vicente Fernández, desde la ópera con Ramón
Vargas acompañado de mariachi, hasta la actual Natalia Lafourcade, quienes han
dedicado discos completos a su memoria.
Un éxito
la presentación de Mi novia la tristeza,
para el gusto de todos y lamentación para los que no pudieron o no quisieron
asistir”.
Por
cierto, no sé si ha escuchado hablar a Rivera Calderón en el programa de Miguel
Angel Ojeda, quien con la representación de la UABCS, recomienda la lectura de
libros, todos los viernes.
Rivera
Calderón habla igualito que Pavel Granados.
Como no
hay relación en los apellidos, creo que a menos que el papá del escritor
veracruzano haya andado de paseo por acá por La Paz o que el padre del ilustrado
sudcaliforniano, haya ido a tierras veracruzanas, pudiera haber habido truco.
La
lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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