¿Son
necesarios todavía los caudillos en este país?
La
interrogante surge luego de analizar que, supuestamente este tipo de personajes
que tuvieron su auge en la primera mitad del siglo XX en México, desaparecieron
del escenario político y social.
Y
porque hace poco, militantes del Partido de la Revolución Democrática de al
menos unas 13 entidades del país, incluyendo al Distrito Federal, publicaron un
desplegado en un diario que se edita en la capital de la república, en el que
se pronunciaron a favor de que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano reasuma la
presidencia del Comité Ejecutivo Nacional de ese instituto político.
“Llamamos
a las instancias partidarias a que generen las condiciones democráticas para
que el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano asuma la presidencia y la conducción
de la renovación del partido y arranquemos de manera urgente con esta nueva
etapa en beneficio de la nación”, dice el desplegado en su argumentación.
Lo
que brinca en este párrafo, es lo de que “se generen las condiciones democráticas”
para que el que fuera tres veces candidato presidencial, se convierta por
segunda ocasión en líder nacional del PRD.
Democracia
es la suma de 50 más uno del ciento por ciento de un conglomerado que busca
integrar un partido político, una organización sindical, o de cualesquiera otra
índole.
Y
lo que los abajofirmantes de ese desplegado buscan es que el señor Cárdenas sea
electo a mano alzada y se reinstale en la silla que ya calentó durante los
primeros años de existencia de ese partido político.
El
fin de semana, en el estado dc Guerrero se constituyò la Unidad Nacional de las
Izquierdas que irà por la candidatura de unidad del ex primer jefe de gobierno
del DF.
No
puede negarse que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano es uno de los fundadores del
PRD y que es un dirigente al que se le reconoce su liderazgo moral.
Pero
eso fue hace 25 años y no es posible que a un cuarto de siglo de distancia, una
parte de la militancia perredista siga pensando que se requiere su liderazgo
nacional para conducir en los próximos
tres años al partido.
Dicen
además en ese desplegado los abajofirmantes, que no hacen esa propuesta con
fines coyunturales ni electorales, sino como una estrategia a largo plazo para
que la izquierda sea la opción que revierta los cambios profundos que dañaron a
México.(sic)
Casi,
casi dan a entender que pretenden que el liderazgo nacional de Cárdenas se
prolongue por años y eso, quiérase o no, tiene un tufo a caudillismo.
Y
además esa postura, atenta contra las propias siglas del partido: Revolución
Democrática.
Cuauhtémoc
Cárdenas Solórzano cumplió 80 años de edad el pasado uno de mayo, cuatro días
antes de que se cumplieran los primeros 25 años del PRD.
Y
no es que yo crea que su avanzada edad lo descalifique para asumir el liderazgo
nacional perredista, sino que las circunstancias –remember la expresión al
respecto de Ortega y Gasset- obligan a que quienes conduzcan a instituciones
como un partido político nacional, sean personas cuya mentalidad está más
acorde con los tiempos que vivimos.
El
desplegado al que hago referencia se publicó el 7 de marzo y el 8 de ese mes,
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano declaro que aceptaría volvería a dirigir al PRD
si su candidatura es de unidad.
¡Clásica
postura de la Cultura del Dedazo!
¿O
no?
La
lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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