domingo, 15 de junio de 2014

Temas y...el decálogo de la competencia

No recuerdo con exactitud en qué año de mi adolescencia lo vi por primera vez, pero ese cartelito con el decálogo sobre la competencia, nunca se me ha olvidado.
Tampoco recuerdo la mayoría de las 10 recomendaciones o expresiones que en el figuraban y que significaban la postura del dueño del negocio, con respecto a la competencia:
“Bendita sea la competencia porque me obliga a levantarme más temprano que mis competidores”,  “Bendita competencia porque me obliga a ser mejor y a ofrecer mejores precios” o algo así.
Estuve intentando encontrar en la Internet ese famoso decálogo, pero el esfuerzo no rindió frutos.
Pero seguro estoy que debe haber muchos impresos y que algunos de ellos todavía se exhiben en algunas negociaciones comerciales, sobre todo de poblaciones pequeñas del país.
Y lo traigo a colación el tema porque me da le impresión de que los que habitamos este país, llamado México, le tenemos pavor a la competencia, hablando de ventas de mercancías diversas.
Incluso, hay muchas opiniones adversas ahora que se habla de la posibilidad de que empresas extranjeras dedicadas al rubro de la compra-venta de gasolinas y otros combustibles un tanto similares, entren al mercado mexicano.
El problema es que, precisamente por tratarse de un monopolio, sólo hay una empresa que vende esas mercancías o productos y se llama Petróleos Mexicanos, mejor conocida como Pemex que al no tener competencia, muchos de los ahora franquiciatarios de la marca, no hacen nada por ofrecer un mejor servicios a sus clientes.
Esa competencia que nos llega cercana a nuestro negocio, nos obliga a ofrecer mejores, precios, mejor servicio, esmerada atención, etcétera.
Y eso de no superarse para ser mejores, pasa en muchos ámbitos del comercio o de la prestación de servicios.
Recuerdo por ejemplo que en Ciudad Constitución, BCS, nunca ha habido más de una radiodifusora local y ello propicia que su operación sea casi siempre de manera similar al paso de los años, sin innovación ni con mejores atractivos para los radioescuchas.
Hasta la fecha, no ha tenido competencia aunque ahora con las nuevas tecnologías, se pueden sintonizar, vía Internet, radiodifusoras de otras partes del estado, de México y del mundo.
Lo que si hay que reconocer es que la competencia, nos beneficia a los consumidores.
Ya lo vimos, por ejemplo en los costos de la televisión vía satélite.
El único jugador en ese mercado de las telecomunicaciones, imponía tarifas mensuales muy elevadas por la renta de la transmisión de su señal, pero tuvo que reducirlas y ofrecer paquetes más baratos, cuando entró la competencia.
Eso se bueno.
Lo malo, es que se den negociaciones en lo oscurito entre autoridades y empresarios para obtener privilegios que les permitan obtener mayores ingresos que sus competidores.
Se dice que con las nuevas reglas que se han autorizado en materia de regulación de la competencia, eso no va a ocurrir en el futuro.
¿Será? Es pregunta.
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx


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