Tal vez a muchos de
los lectores o lectoras de este modesto espacio, no les diga nada el nombre de
Kurt Cobain.
Pero para los que nos
asumimos como melómanos o con un gusto enorme por la música en todos sus
géneros, sabemos que ese nombre pertenece al que fuera cantante del grupo
musical de origen estadounidense, Nirvana.
Y viene a colación el
tema porque, precisamente, este año se cumplen 20 de que el vocalista y líder
de esa agrupación musical decidió escapar de este mundo por la puerta falsa,
mejor conocida como el suicidio.
El 5 de abril de 1994,
Kurt Cobain, se metió en el cobertizo de su casa ubicada en Seattle, Washington,
fumó un par de cigarrillos, se inyectó heroína y luego introdujo el cañón de
una pistola en su boca y activó el gatillo, muriendo instantáneamente.
Los expertos en el
tema, aseguran que Cobain era algo así como la reencarnación de los Beatles
John Lennon y Paul McCartney juntos. Que podría haber sido también, el sucesor
de Boy Dylan.
Con su grupo, Nirvana marcó a toda una generación y su
fama se catapultó después de su trágico fallecimiento.
Incluso, se sabe que
en 2006, Kurt Cobain superó al mítico Elvis Presley en la lista de los muertos
que más dinero ganan, dentro del ámbito artístico mundial en lo que a ventas de
discos se refiere.
Cobain era un fanático
admirador de Neil Young un cantautor de la década de los 60-70´s, de origen canadiense
y que, seguramente, muchos setenteros recordarán por aquel éxito Heart of Gold
(Corazón de oro) que lo catapultó como
solista a nivel internacional ya que había sido integrante de los grupos
musicales Buffalo Springfield y de Crosby, Stills, Nash and Young.
Neil Young es de los pocos que han ingresado al salón de
la fama del Rock and Roll, 2 veces: en su calidad de músico de grupo y como
solista. Está considerado como el segundo más influyente después de otra
leyenda viviente de la música estadounidense: Bob Dylan.
Y algo que
identificaba a Young y Cobain era el hecho de que no gustaban de los homenajes
ni de la fama.
Hace unos meses, Young
declaró en una entrevista periodística que para él, recibir homenajes, le
genera un sufrimiento indescriptible y que por ello no los acepta.
A Kurt Cobain le
sucedía algo similar y eso lo reflejaba en sus canciones. Era un tipo sencillo
y nada protagónico. Sus canciones hablan de amores rotos, violencia, drogas y
desesperanza.
Para Neil Young la
muerte de Kurt Cobain fue un golpe demoledor. Grabó un álbum para rendirle tribuno como un homenaje al
líder de Nirvana: Sleeps With Angels
(Duerme con Angeles) y dice que
todavía se pregunta qué hubiera pasado si el malogrado cantautor hubiera
hablado con él antes de tomar la fatal decisión de quitarse la vida, de un
balazo.
“Se por lo que estás
pasando, pero no es tan malo. Sólo pestañea y pasará. Todo va a pasar bien.
Tienes muchas otras cosas que hacer. ¿Por qué no te tomas un tiempo? No te
preocupes por todos esos pendejos que quieren que hagas lo que no deseas. Diles
que se jodan y que se mantengan lejos”.
Esas palabras se las
habría expresado Young a Cobain, si hubiera habido oportunidad y tal vez no
estaríamos conmemorando el vigésimo aniversario de la muerte del guitarrista y
vocalista de Nirvana, pues podría haberle
hecho caso y olvidarse del suicidio.
“Casi la tuve, pero no
sucedió”, dijo el cantautor canadiense.
Descanse en paz, Kurt
Cobain.
La lectura es vida, lo
demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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