jueves, 31 de julio de 2014

Temas y...¡gordos y felices?

No se si usted alguna vez habrá escuchado aquel chiste de Pepito en el que la profesora les explica a él y sus compañeros de salón de clases, el comportamiento y las reacciones de las hienas, esos raros animales que tienen la apariencia de perros cruzados con jirafas enanas (esto lo digo yo), destacando un rasgo que es exclusivo de ese tipo de animales: una especie de risa permanente, pero hace énfasis en que las hienas son de los peores ejemplares del reino animal.
Pepito se queda un tanto intrigado sobre la explicación de su profesora y al final comenta: “Bueno, entonces yo de plano no entiendo nada profesora: si la hiena es una animal de lo peor ¿entonces de qué chingados se anda riendo siempre?
Lo anterior viene a colación porque en una reciente encuesta que llevó a cabo en nuestro país, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la OCDE a través del Indice para una Vida Mejor, resalta que nosotros los mexicanos somos pobres y gordos, pero ¡felices!
Parece una contradicción.
Sí, porque la gordura no necesariamente indica que el ser humano que la padece, es una persona sana.
Y la pobreza, pues tampoco es como para vanagloriarse de estar en esa estadística socioeconómica, aun con todo y aquello del reino de los pobres y de que es más fácil que entre un camelo por el ojo de un aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos.
Por si fuera poco, ya hasta le arrebatamos al vecino país del norte el primer lugar en personas gordas y obesas y los suyos los mandamos al segundo casillero.
Hay quienes dicen que, precisamente, porque hemos importado de los Estados Unidos de América, algunos de los hábitos alimenticios de sus habitantes y que son ricos en carbohidratos, pues estos generan aumento de peso corporal.
¿De verdad las y los mexicanos nos sentimos tan felices a pesar de tener sobrepeso y ser pobres?
Se supone que el estudio de la OCDE es serio y además se aplicó en lo 36 países que están agrupados en esa organización que preside, un mexicano distinguido: José Angel Gurría. Que por cierto, ni es gordo ni pobre.
Tratar de encontrar las verdaderas causas de esa felicidad que expresaron las personas encuestadas nos exige mucho tiempo y espacio y no hay manera, pero lo que se busca esta vez es hacer reflexionar al lector o lectora sobre estos temas que parecen triviales, pero que no lo son, pues se trata de la salud, que no es poca cosa.
Y aún con todo y que seamos felices a pesar de estar gordos y ser pobres, los resultados de ese estudio de la OCDE deben obligar a nuestras autoridades de los tres niveles de gobierno, a buscar soluciones que permitan contrarrestar esa pobreza y miseria, que tan magistralmente retrató en su película Los Olvidados, el genial director de cine de origen español y nacionalizado mexicano, Luis Buñuel.
Yo al menos pienso que si no fuéramos tan pobres –las estadísticas hablan de casi 60 millones de habitantes que se ubican en ese umbral sin perder de vista que abajo hay otra gran cantidad de millones en condiciones económicas peores- seríamos más felices y no porque el tener dinero signifique que se es feliz en automático, sino porque habría mejores condiciones de vida para las familias y ese debe ser el objetivo ideal de todo gobierno que se precie de ser democrático y libre.
Así, las enormes carretadas de dinero que de destinan a combatir las enfermedades derivadas de la obesidad y el sobrepeso, se podrían destinar a otros menesteres.
¿No cree usted?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx




No hay comentarios:

Publicar un comentario