martes, 8 de julio de 2014

Temas y...negruras

“En el 2022, los mexicanos y mexicanas nos las vamos a ver negras.
Y no precisamente porque muchos así las tengamos, sino porque para esa fecha habrá un déficit petrolífero importante en este país que si no existiera, lo habría inventado Walt Disney.
Probablemente, algunos lectores y lectoras, dirán que a ellos ni les va ni les viene el tema.
Pero no se crea.
México se sigue moviendo impulsado por el petróleo y sus derivados y por lo tanto a todos nos perjudica o nos beneficia lo que pase con la industria petrolera.
¿Estoy hablando de lo que se busca con Petróleos Mexicanos para el futuro en el presente gobierno federal?
No, ese es otro boleto y bueno ojalá y que los objetivos que se persiguen se alcancen, pero ¡caray!, a como somos los nativos de este país, no soy tan optimista de que lo logremos.
Lo que sucede es que, según la propia Secretaría de Energía, para el 2022 México importará más de lo que exporte de petróleo.
Es decir, se estarán importando el equivalente a un millón 198 mil barriles diarios de combustibles, incluyendo gas natural, mientras que las exportaciones de petróleo crudo alcanzarán apenas un millón 155 mil barriles.
Y por si fuera poco, el vecino país del norte, para esas fechas, se estará convirtiendo otra vez en exportador de petróleo, lo que significaría que dejaría de comprarle a nuestro país el 77 por ciento de los barriles que exportamos.
O sea que el panorama es negro, como el petróleo.
Ahora sí le doy la razón al poeta Ramón López Velarde con aquello de que los veneros del petróleo los escrituró el diablo.
Nuestra industria petrolera anda por los suelos.
La mayoría de las refinerías que operan en el país lo hacen a medias y en muchas de ellas urgen cambios de infraestructura porque la actual ya es obsoleta.
Según Lourdes Melgar, quien tiene la chamba de ser subsecretaria de la Sener, es decir de la Secretaría de Energía, todo lo que se ha citado, representa un gran reto para el país y no se ha definido una estrategia para enfrentarlo.
¿Qué hacer?
Yo por lo pronto propongo que para compensar la baja por las exportaciones del crudo en la fatídica fecha señalada, exportemos crudos, que de esos tenemos millones en México, sobre todo los fines de semana.
¿No cree usted?”
El final de esta columna que se publicó hace ya algunos meses, es un tanto jocoso, pero la realidad es que, halando en serio, los habitantes de este país tenemos que dimensionar lo que representa la industria petrolera y lo que puede pasar si no nos ponemos las pilas y buscamos la manera de que lo que nos queda del llamado oro negro nos de viabilidad como país en los próximos años.
¿Cuál es la mejor solución?
Esa es la que tenemos que encontrar, pero no encontrados, sino sumados.
¡No hay de otra!
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx




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