Escasos dos meses
fueron suficientes para demostrar que el gobernador de Puebla, Rafael Moreno
Valle y 32 diputadas y diputados, del total de quienes integran la Legislatura
local de esa entidad, se equivocaron, rotundamente.
La llamada “Ley Bala”,
una disposición legal que autorizaba el uso de armas de fuego contra
manifestantes en aquel estado, no pasó la prueba y luego de su aprobación hace
unos 60 días en el Congreso local, hubo que dar marcha atrás.
Es obvio que en
palabras llanas, la citada ley no daba a los elementos de las corporaciones de
Seguridad Pública de aquella entidad autorización para utilizar las armas de
fuego en contra de quienes se manifiesten en la vía pública sino como una
acción de defensa propia, pero esa permisividad daba mucha tentación a los
elementos policiacos y así quedó demostrado en aquella protesta pública en la
que hubo disparos, no de armas de fuego con proyectiles mortales, sino de balas
de goma que lastimaron, entre otros, al adolescente, Luis Alberto Tehatlie
Tamayo quien falleció días después y se dijo que ello fue derivado de las
graves heridas que había recibido su cuerpo.
Vino entonces el
reclamo popular y las críticas en todo el país a la llamada “Ley Bala”, que ya
había sido rechazada por las y los poblanos antes de su promulgación, lo que
obligó a las autoridades, específicamente al gobernador Moreno Valle, a promover
la derogación de dicha normatividad.
Y luego el dictamen
forense de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Puebla en el que
se asegura que, según la necropsia de ley practicada al menor fallecido, su
muerte no ocurrió producto de las supuestas heridas mortales que argumentaron
sus familiares y demás participantes en aquella protesta callejera. ¡Ajá!
Cuando uno ve en la
televisión o la Internet escenas como aquellas en las que quienes se
manifiestan son golpeados por los elementos de seguridad que los vigilan hay
una condena contra esa barbarie, pero también debe haber un rechazo a que esa
actitud violenta se dé contra los elementos de las fuerzas policiacas.
Yo no creo que con
soluciones como la llamada “Ley Bala”, se pueda evitar que sucedan ese tipo de
agresiones ni que se ponga fin a las manifestaciones populares, motivadas por
una y mil razones.
Con esa actitud
asumida por el gobernador poblano, se envió una señal de autoritarismo que da
la impresión de que el señor Moreno Valle es muy dado a gobernar de esa manera.
Y lo más preocupante
es que aspira a alcanzar, en su momento, la candidatura al cargo de Presidente
de la República abanderado por el Partido Acción Nacional.
A mí, en lo personal,
no me gustaría que un político con las características del gobernante poblano,
llegara un día a ser el primer mandatario de este país.
Claro que en su caso,
si su partido lo designa candidato y los votantes le dan su respaldo en las
urnas, tendríamos que aceptar ese veredicto.
Aunque habría que valorar
en su justa dimensión, si lo que se necesita en este país para acabar con la
violencia, es utilizar la violencia, porque como dicen los clásicos, violencia
genera violencia y eso es muy cierto.
Hubo un hombre
universal que no necesitó disparar una sola bala para lograr la independencia
de su país, la India y para darle libertad a sus habitantes: Mahatma Gandhi.
La lectura es vida, lo
demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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