En las páginas 32 y 33
de un diario que se edita en la capital de la república mexicana, leo dos
artículos periodísticos que, en apariencia, no tienen ninguna relación entre
sí, pero que motiva el tema de este día:
En la página 32, una
nota cuya cabeza reza: Olvidan a niño herido por bala perdida en Ecatepec.
No lo recuerdo con
exactitud, pero creo que en una de mis columnas anteriores aborde el tema,
cuando sucedió esa artera agresión aquella noche del 28 de julio del 2013 que
cambió para siempre la vida de Juan Carlos y sus padres, allá en aquella región
del estado de México.
Juan Carlos y sus
padres, que habían pagado 22 mil pesos por un espacio para instalar un puesto
de tacos durante la festividad anual de San Cristóbal Ecatepec, disfrutaban del
ambiente que se vivía en el lugar cuando se suscitó un riña en la zona de bares
y cantinas y una bala perdida, lo hirió gravemente en la cabeza.
Desde entonces, hace
más de un año, los padres de Juan Carlos han ido de la seca a la meca buscando
que se haga justicia al caso de su hijo, pero no han logrado nada, más que
puras promesas.
Milagrosamente, como
dijeran los médicos del hospital al que ingresó con la cabeza casi destrozada,
Juan Carlos logró sobrevivir al accidente, pero sufre de constantes jaquecas y
requiere de atención médica y medicamentos que representan gastos económicos
para sus padres que ya no hayan la puerta.
Liborio Luciano, padre
del menor, dice que se entrevistaron con el presidente del Consejo de
Participación Ciudadana de San Cristóbal, Ecatepec que fue el que organizó las
festividades del 28 de julio del año pasado, pero sólo les devolvió 5 mil pesos
y sanseacabó.
¿Dónde están las instituciones
de beneficencia pública que tanto alarde hacen de su activismo altruista?
¿Dónde está el DIF de
Ecatepec o del gobierno del estado de México?
¿Dónde esa solidaridad
de la que los habitantes de este país damos ejemplo cuando se necesita?
En contraste, la nota
que viene en la página 33 del diario referido, habla de que el presidente
municipal de Fresnillo, Zacatecas, Benjamín Medrano Quesada, enfrenta dos
demandas de militantes de partidos opositores al suyo, el PRI, por el supuesto
desvío de recursos del Erario para construir una mansión de ¡N U E V E recámaras, tres palapas, restaurante,
terraza, piscina, jacuzzi, estancia, despacho privado, dormitorios, jardines y
sala con piano, la que habría costado la nada despreciable suma de ¡5 millones
de pesos!
El señor alcalde
asegura que no tiene nada que temer, porque esa residencia la construyó ¡con
sus ahorros de 40 años de trabajo!
¿Estará diciendo la
verdad?
La interrogante es
obligad aporque verdaderos pillos depredadores del presupuesto, suelen construir
residencias de lujo como la del primer edil zacatecano.
Recordemos por ejemplo
la mansión que, según reportajes que se hicieron por aquella época, construyó
el hoy flamante embajador en Argentina y excandidato al gobierno de Baja
California, el señor Fernando Castro Trenti allá en la capital del país y que,
según peritos en la materia, habría costado unos 50 millones de devaluados
pesos.
O la que se construyó
una de las hijas de la profesora Elba Esther Gordillo Morales y que se dice tiene
un precio de más de 75 millones de pesos.
¿Picata minuta? ¡Mangos!
La lectura es vida, lo
demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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