La polémica acá en
BCS, surgió cuando el entonces presidente municipal de La Paz, Adán Ruffo
Velarde empezó a pintar ya no sólo vehículos del gobierno municipal que
encabezaba, sino también parques y lugares de esparcimiento, con los colores
tradicionales del Partido Acción Nacional, que lo postuló, como candidato
externo a ese cargo.
Ruffo Velarde, por
cierto, siendo presidente entonces de la Cámara de Comercio, Servicios y
Turismo de La Paz, intentó que el Partido Revolucionario Institucional lo
postulara a la candidatura para alcalde, pero según trascendió, en el tricolor
“ni lo pelaron” y se dijo que hasta se habían burlado de sus pretensiones.
La Cámara de Comercio,
pese a ser un organismo que aglutinaba a todo el empresariado mediano y grande
aquí en esta capital, no tenía la fuerza suficiente como para que uno de sus
presidentes intentara ligar una candidatura a presidente municipal.
Hay que subrayar el
caso de Crisóforo Salido Almada (ya habían pasado varios años de que él se
desempeñara como presidente de la Canaco paceña) quien fue candidato a la
gubernatura en 1993, precisamente postulado por el PAN luego de que 10 años
antes se había decepcionado con el PRI porque no logró la candidatura a alcalde
de Comondú, en 1983.
Ante la reacción de la
comunidad citadina, Ruffo Velarde canceló la pinta blanquiazul en parques y
algún otro equipamiento público.
Que yo recuerde, antes
de esas acciones, no había visto que gobernantes emanados del PRI pintaran con
los colores de ese partido, vehículos, edificios públicos y equipamiento
urbano.
Se adivinaba entonces
que el empresario metido a alcalde, intentaba con esa medida, promocionar de
manera subliminal al PAN, sobre todo porque albergó la idea de que su esposa
pudiera convertirse en candidata de ese partido a heredar el cargo, lo que no
fue posible porque se le atravesó Leonel Efraín Cota Montaño.
Después, curiosamente,
vendrían aquellas mochilas de color amarillo que, como parte de los paquetes de
útiles escolares estuvo entregando de manera gratuita el gobierno de Cota
Montaño y luego, la pinta de guarniciones de color amarillo, que es el que más
se identifica de los dos que tiene el Partido de la Revolución Democrática que
fue el que postuló a Leonel a la gubernatura, quien se inconformó con el
resultado aquel de la consulta interna del PRI para elegir al candidato a
suceder a Guillermo Mercado Romero y abandonó sus filas.
Luego, vendría el
color amarillo en el equipamiento urbano, durante el gobierno de Narciso
Agúndez también del PRD, como fue el caso de la nomenclatura que se colocaba en
las calles que se pavimentaron durante ese régimen de gobierno y las mochilas
escolares siguieron siendo amarillas.
En el actual gobierno
que encabeza Marcos Covarrubias, primero empezaron a aparecer las calcas blanquiazules
que identificaban a los vehículos de algunas corporaciones como la ahora
Policía Ministerial. Después, siguieron los edificios públicos, pero se les
pasó la mano pues hasta el del Tribunal Superior de Justicia quedó pintadito
con esos dos colores, sin importar la división de Poderes.
Todo esto viene a
colación porque allá en Guanajuato donde gobierna el panista Miguel Márquez, se
han pintado de blanquiazul las escuelas públicas y ahora los uniformes que se
utilizarán en el nuevo ciclo escolar, también serán de ese color.
Pero también el
gobernador de Chiapas, Manuel Velasco que lleva los colores partidistas del
PVEM y la alcaldesa de Monterrey, Alicia Arellanes, del PAN, repartieron
mochilas con los colores de sus respectivos partidos, al inicio del presente ciclo
escolar. ¡Cosas veredes, Sancho!
La lectura es vida, lo
demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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