No se usted, pero yo
no había leído una nota informativa en la que se diera a conocer que se amplió
la capacidad de un lugar, para ¡guardar cadáveres!
Normalmente leemos de
edificios que se amplían, relacionados con instituciones educativas,
culturales, científicas, deportivas, hospitalarias y de otra índole, pero no me
había topado con una nota de esta naturaleza.
Lo que pasa es que,
allá en Chilpancingo, Guerrero, debido a los elevados índices de violencia,
sobre todo los registrados en los últimos años, el Servicio Médico Forense se
vio en la necesidad de ampliar su capacidad de recepción y guardería de
cadáveres de personas que fallecen por causas relacionadas con accidentes o con
la violencia.
La capacidad que tenía
el Semefo de la capital guerrerense era de 56 gavetas en la cámara frigorífica,
mismas que fueron ocupadas al mismo tiempo, luego de que se localizó una fosa
clandestina en mayo del 2010 con esa cantidad de cadáveres y ahora esas
instalaciones tendrán capacidad para albergar allí a 240 muertitos, es decir
casi el 400 por ciento más.
Está bien que las
autoridades de la Secretaría de Salud del estado de Guerrero sean previsoras
pero qué lamentable, que la violencia en esa entidad está obligando a ello.
Según el titular de la
Secretaría de Salud Estatal, Lázaro Mazón Alonso la inversión que se requirió
para la cámara frigorífica y 4 ambulancias, fue del orden de los 74 millones de
pesos.
Con ese dinero se
habrían construido varias escuelas que en aquella región del país tanta falta
hacen o bien la dotación de servicios como el agua potable y el drenaje, por
ejemplo.
Pero la violencia se
ha disparado en Guerrero y por ello se hace necesario tener mayor capacidad
para conservar los cuerpos de quienes mueren a causa de ella, mientras son
reclamados por sus familiares, aunque algunos tienen que ir a la fosa común,
pues nunca son identificados, como sucedió con 20 de los 56 que fueron
encontrados en aquella fosa común den el 2010.
Y para que vea que la
violencia es algo ya tan cotidiano en este país, le diré que de las últimos
libros del género novelas que han salido a la luz pública, dos de ellas hacen
mención a la violencia: Cualquier cadáver, de Geney Beltrán Félix y Nada me
falta, de Gonzalo Soltero.
Curiosamente en ambas,
el tema central es el de la violencia que se ha generalizado y que, a pesar de
los logros que se tienen en materia de combate al crimen organizado por los
tres órdenes de gobierno, no se ha podido erradicar.
A mi en lo personal,
más que esa ampliación a la cámara frigorífica del estado de Guerrero, me
hubiera gustado que, por ejemplo, se hubiera anunciado que con esos fondos
utilizados, se incrementaron las escuelas de música.
En el vecino estado de
Morelos, un profesor de música ya jubilado que se fue a radicar a esa entidad
para vivir los últimos años de su vida, logró integrar 4 orquestas y le apuesta
a que de sus integrantes los que se dediquen definitivamente a la música, se
puedan convertir en profesores que multipliquen el número de ejecutantes que
hay hasta ahora en aquella entidad donde está la ciudad de la eterna primavera.
Esto es sembrar
semillas de vida.
Lo de la ampliación del
Semefo en el estado de Guerrero, es algo así como cosechar muerte,
lamentablemente.
Hubiera sido mejor haber
adquirido en lugar de 240 gavetas, igual cantidad de instrumentos musicales con
los que se podrían haber integrado, unas 5 o más orquestas musicales.
¿No le parece?
La lectura es vida, lo
demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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