No se usted qué opine,
pero creo sinceramente que si viviéramos en el siglo pasado todavía, no
daríamos crédito a la noticia que leo en un diario de circulación nacional y
que me parece una afrenta para quienes en aquella época veían en el magisterio,
un apostolado: Roba CNTE con autos oficiales.
Así reza la cabeza de
dicha nota informativa y se refiere a lo ocurrido allá en la ciudad de Oaxaca,
donde profesores de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de los
Trabajadores de la Educación, utilizaron varios vehículos para cargar el botín
robado de un domicilio privado.
Los profes convertidos
en verdaderos vándalos, saquearon la residencia y se llevaron mobiliario, ropa,
libros de texto, material de limpieza y aparatos electrodomésticos.
Y lo más sorprendente
de todo es que 4 de los vehículos utilizados en esa acción de rapiña, son
propiedad del Gobierno del Estado que encabeza el renegado Gabino Cué
Monteagudo.
Y todavía mas:
motociclistas de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, escoltaron a
esas cuatro unidades así como a las camionetas de alquiler que utilizaron los
del a Sección 22 del SNTE para trasladar el botín obtenido hasta el hotel del
magisterio allá en la capital oaxaqueña.
Que estas acciones a
todas luces ilegales sean cometidas por profesores que perciben un sueldo de la
Secretaría de Educación Pública federal vía el gobierno estatal, es algo que no
parece real, pero tratándose de quienes han hecho de la violencia y la
destrucción su apostolado, pues al menos a mi, no me sorprende.
Desde mediados de la
década pasada, vimos un día si y otro también a los integrantes de la Sección
22, pintarrajeando, quemando, quebrando vidrios, dañando vehículos y
vandalizando oficinas de gobierno esgrimiendo el argumento de que ni los ven ni
los oyen las autoridades de los 3 niveles de gobierno.
¿Por qué ese grado de
violencia?
¿Por qué esas acciones
destructivas en quienes tienen la responsabilidad de educar a las presentes y
futuras generaciones?
Yo creo, honestamente,
que no se justifica y que hay otras vías para lograr objetivos.
Ya he dicho en este
modesto espacio que estoy a favor de que a los profesores que imparten clases
en las escuelas del sector público, se les paguen sueldos decorosos y se les
den las herramientas necesarias y suficientes para cumplir cabalmente su
cometido.
Que tienen todo el
derecho del mundo a protestar y exigirlos cuando no es así o cuando se
enfrentan a decisiones que, realmente, atentan contra sus derechos como
profesionales de la educación.
Pero nunca podré estar
de acuerdo en que cometan todo tipo de acciones vandálicas y destructivas pisoteando los derechos de
terceros.
Mucho menos que
cometan acciones como la que estoy refiriendo y que se presentó allá en la
tierra en la que nació uno de los prohombres más respetados y reconocidos de
esta nación mexicana, don Benito Juárez García quien además es autor de una
frase que los profesores de la Sección 22 han hecho trizas y arrojado al
basurero:
“El respeto al derecho
ajeno es la paz”.
Si don Benito volviera
a nacer, se volvería a morir de pura vergüenza al ver lo que hacen sus paisanos
responsables de la educación en ese estado.
¿No le parece?
La lectura es vida, lo
demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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