“Si te gusta esto del periodismo, yo te pongo en contacto con el profe Pilarillo de La Paz. Anda buscando quien le represente a su periódico Avante en el municipio de Comondú y a la mejor podría darte una oportunidad de trabajo”.
Palabras más, palabras menos, eso me dijo José Luis Armendáriz, mejor conocido como El Frijolito, allá en Ciudad Constitución un día del mes de enero de 1974. Ambos habíamos coincidido en la Escuela Comercial Webster de Ciudad Constitución, como estudiantes.
Tenía unos pocos meses de haber ingresado a El Sol de California propiedad de don Javier Casasola Benítez, aunque no escribía con regularidad porque se editaba muy a la larga y más bien su empresa editorial hacía trabajos de imprenta.
Entonces, acordamos viajar un fin de semana a La Paz y junto con el profesor Renán Liera Villegas que vivía aquí en esta ciudad capital –hijo del profesor Miguel Liera Ibarra, ex líder del SNTE en la entidad- y cuando llegamos fuimos a buscar al profesor Alfredo Carballo Cota a la iglesia de El Seminario, ya que según nos dijeron, era muy devoto.
Al profe Pilarillo le causé buena impresión y me pidió que me pusiera en contacto con Tomás Limón+ para que me hiciera una prueba de aptitud y ver si me podía desempeñar como corresponsal en el municipio de Comondú.
Así lo hice y luego de redactar una nota imaginaria, Tomás me dio el VoBo y después acordé con el profesor Carballo Cota lo relativo al sueldo, condiciones de trabajo, etcétera. Mi entrada al Avante me daría la oportunidad de iniciar una amistad con Mario Santiago González, Rogelio Félix Félix+, Julio César Saucedo Pineda+, Eutimio Pinzón Espinoza+, Vic Villavicencio, Adán García Rosales, José María Chema Tapia Ruiz+, Eduardo Pinzón, José Sánchez Cristino+, entre otros colegas, algunos ya fallecidos, que también pasaron por las páginas de ese modesto periódico.
Hay que subrayar que Avante, era el primer periódico diario vespertino de Baja California Sur lo que generaba algunas complicaciones de logística para su distribución.
Aquella incursión más formal ya en este oficio del periodismo me dio la oportunidad de estrechar relaciones de amistad con muchos personajes de la política, el comercio, el deporte y de muchos otros sectores de la sociedad comundeña.
Hace unos años estuve tentado a hacer una lista de sus nombres para publicarla en este espacio de Temas y sucesos, pero fue imposible porque dejé de anotar nombres cuando ya había rebasado las seis cuartillas y la columna se llena con una.
Recuerdo que la primera nota que se llevó las 8 columnas fue una relativa a las condiciones físicas en que se encontraban los caminos a los Nuevos Centros de Población Ejidal, denuncia que provocó enojo en las esferas gubernamentales estatales.
En su columna, Eutimio Pinzón se preguntaba un tanto indignado, que quién era yo para criticar aquellas obras de beneficio para los campesinos del Valle de Santo Domingo y me daba una repasada, pues todavía no nos conocíamos bien.
Pasados los años, un día el profesor Alfredo Carballo Cota nos invitó a un convivio en su casa donde montó una exposición sobre la historia del Avante y allí figuraba Mi columna, la primera que yo había elaborado para su vespertino.
“Hay te tengo, en la exposición me dijo”, con un gesto amable.
El miércoles pasado, mientras me cortaba el cabello me enteré que al profesor Pilarillo lo habían internado muy grave en el hospital Salvatierra y que sus familiares temían lo peor.
Dado lo complicado del horario y de la responsabilidad que tengo dentro de El Sudcaliforniano, pensé en ir a visitarlo este sábado 30 de junio que es día de mi descanso, pero el martes escuché a Iván Hernández en Canal 10 dar a conocer la triste noticia del fallecimiento del ameritado profesor.
Descanse en paz.
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
