martes, 25 de mayo de 2010

Temas y...la justicia

Que la justicia en México se inclina hacia el mejor postor, no es nada nuevo.
Lo que si es novedoso es el hecho de que el propio presidente de México, Felipe Calderón lo reconozca.
En el Foro Político de Seguridad celebrado en la semana, el mandatario mexicano dijo que la justicia en México es para el mejor postor.
Y que con la corrupción que existe en el sistema judicial mexicano, en estos momentos una reforma sería inútil.
¡Caray qué jodidos estamos.
En otras palabras, diríamos que el que tiene con qué, puede pagar o comprar a la justicia.
En mi caso, aquí en este espacio, una y otra vez he hablado del tema.
De la corrupción que existe en el ámbito judicial mexicano.
Ha habido avances, pero la opacidad y la manera en que se conducen los encargados de impartir justicia en este país, dejan mucho que desear.
No hace muchos meses aquí en Baja California Sur se vivieron episodios vergonzantes en el Poder Judicial.
¿Qué hacer?
Si el propio presidente Calderón está diciendo que, ante los pantanos de corrupción en que se mueve la justicia, una reforma no tendría efectos positivos, pues ora si que estamos out.
Cuando Miguel de la Madrid Hurtado, a la sazón presidente de los Estados Unidos Mexicanos, habló de erradicar la corrupción, se pensó que México sería a partir de su sexenio, un país distinto.
De eso ya han pasado 3 décadas y no vemos claro.
En el ámbito judicial, el poderoso caballero es don dinero, sigue imperando.
Las cárceles mexicanas están llenas de seres miserables que se roban un par de pescados, unos camarones, cualquier cosa y no aquellos que se llevan millones y millones de pesos a sus cuentas personales.
Eso es corrupción.
Eso es una muestra patente de la suciedad y la mugre que permea en los tribunales judiciales de todo el país.
No es posible que en México la justicia se incline a favor del mejor postor.
Si no es subasta.
Por Dios, que no nos diga eso el ciudadano presidente de este país.
Los esfuerzos que se están haciendo para eficientar la impartición de justicia, como sería el caso de los juicios orales, avanza a paso de tortuga.
Se regatean los recursos para que en todas las entidades se aplique esta modalidad de hacer justicia.
¿Así como?
Quienes concibieron la división de poderes y la creación del Poder Judicial al darle a México su Constitución General de la República, lo hicieron pensando en que habría esa sana distancia necesaria para actuar con autonomía, pero no ha sido así.
Muchos de los subastadores que inclinan la balanza a su favor a la hora de impartir justicia, pertenecen a los otros dos poderes: el Ejecutivo y el Legislativo.
Por eso estamos como estamos.
Por eso nuestra justicia está por los suelos.
Y por eso yo sigo insistiendo en lo que dijo el pensador universal:
¿Quién nos guardará de nuestros guardianes?
La lectura es vida, lo demás...es lo de menos...hzr@prodigy.net.mx

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