domingo, 13 de marzo de 2011

Temas y...¿dónde quedaron los billuyos?

Hace unos días, se armó todo un escándalo por los casi 348 millones de pesos que el Instituto Federal Electoral no aplicó de su presupuesto del 2010, lo que motivó que a los consejeros electorales, encabezados por Leonardo Valdez Zurita les dijeran hasta de lo que se van a morir.
Recuerdo que los principales críticos de la actitud que asumieron los integrantes del Consejo General del IFE, fueron los senadores y diputados federales.
Pero resulta que también en San Lázaro hace aire.
O mejor dicho, los señores legisladores federales hacen lo mismo que los del IFE: también tienen su cochinito cada año.
O sea que ven la paja en el ojo ajeno y no ven la viga en el propio.
Según una información que se generó luego del escándalo del dinero no aplicado en el IFE se supo que en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, en el ejercicio fiscal del 2009 a los legisladores federales les sobraron 290.3 millones de pesos.
Todo ese dinero se reasignó en beneficio de los grupos parlamentarios representados en la cámara baja del Poder Legislativo Federal.
¿A dónde fue a parar realmente ese dinero? ¡Quién sabe!
¡Ah, eso sí!, como dijo el diputado federal por Oaxaca, Heliodoro Díaz ellos no cometen irregularidad alguna.
¡Vaya cinismo!
“En la Cámara de Diputados se trata de ahorros y como tal se hacen transferencias a partidas donde no hay recursos o son insuficientes, pero en el caso del IFE se trata de recursos que no se utilizaron y que se decidió guardarlos para comprar inmuebles”, dijo Heliodoro Díaz.
Este diputado federal oaxaqueño, quien tiene un pasado no muy transparente que digamos de su paso por el gobierno de ese estado, nos quiere ver la cara de tarugos a las mexicanas y mexicanos, como dijera Vicente Fox.
El dinero que manejan tanto el IFE como la Cámara de Diputados, es dinero del erario, en este caso federal y por lo tanto proviene de los impuestos y derechos que pagamos la mayoría de los habitantes de este país que desarrollamos alguna actividad laboral, empresarial o de inversión.
Y tanto los legisladores como los integrantes del IFE están obligados a cuidar bien ese dinero y aplicarlo conforme a la normatividad vigente.
Si los integrantes del Consejo General del IFE dicen que el dinero que les sobró del presupuesto del 2010 es parte de sus propios ingresos y de los ahorros que se lograron, pero la normatividad dice que deben regresarlo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, pues eso deben hacer.
Ni más ni menos.
Y el dinero que les sobra a los diputados federales también debe regresarse.
No podemos ser tan cínicos.
Con todo y aquello que advirtió don José López Portillo de que lo peor que nos pudiera pasar en México era convertirnos en un país de cínicos.
Heliodoro Díaz se justifica con el manejo del dinero sobrante, aduciendo que fue la anterior Legislatura la que decidió sobre las reasignaciones.
De todos modos Juan te llamas y en este caso, como en el del IFE si hay irregularidades, deben sancionarse.
¿No cree usted?
La lectura es vida, lo demás es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx

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