domingo, 2 de octubre de 2011

Temas y...más apoyo por favor

¿Cuántas veces ha estacionado su auto en un cajón para personas con capacidades diferentes o discapacidad?


¿Ha pensado alguna vez en que usted, o algún familiar podría convertirse en una persona con discapacidad?

Reconozco que cada vez son más las rampas en las banquetas para permitir el tránsito o libre acceso de las personas en sillas de ruedas, pero todavía falta mucho por hacer, al respecto.

Qué bueno que ya se observan varias de esas rampas en distintos puntos de la ciudad, aunque todavía faltan muchas más.

El tema viene a colación porque en Perú, un juez se negó a casar a una pareja de sordomudos simplemente porque no pudieron dar el SI cuando les preguntó a ambos si estaban dispuestos a contraer matrimonio de acuerdo a la ley.

Era obvio que la novia y el novio sordomudos no podían expresar el SI.

Con todo y eso, el insensible funcionario del Registro Civil del populoso distrito limeño, San Juan de Miraflores interrumpió la ceremonia y no los casó finalmente.

Los familiares de los discapacitados se inconformaron y reclamaron a autoridades de más alto rango esta ofensiva actitud discriminatoria del juez de nombre, Carlos Montalvo.

La autoridad municipal ofreció disculpas a la pareja y familiares y el alcalde se ofreció a casarlos en la municipalidad asumiendo todos los gastos, pero ellos prefirieron hacerlo en otro lugar del Perú.

¿Cuántas personas en México no habrán pasado y seguirán pasando por experiencias como las que vivieron Frank González y Keila Caballero allá en su natal Perú?

Nos falta mucha cultura sobre la discapacidad.

Los esfuerzos que ha hecho el gobierno en sus tres niveles, son muy relativos.

Cuando el entonces presidente Vicente Fox nombró a Víctor Hugo Flores como responsable nacional de un área específica para la atención de las personas con capacidades diferentes o con discapacidad, me dio gusto porque se estaba haciendo justicia a un sector altamente discriminado.

Pero luego, la dependencia fue rebajada en su categoría dentro del organigrama del gobierno federal y el gozo se fue al pozo.

Necesitamos exigir que haya una verdadera atención hacia ese sector vulnerable de nuestra sociedad mexicana.

Según las estadísticas hay unos 10 millones de personas con discapacidad o capacidades diferentes en nuestro país.

Hay que recordar que las discapacidades no solo son congénitas. También llegan cuando menos se lo espera uno.

Hace unos días recibí la triste noticia de que un esposo de una amiga sufrió un accidente automovilístico y ahora está en silla de ruedas.

En ese momento le cambió la vida a él, a su esposa, a sus hijos y a sus familiares más cercanos. No veamos pues con tanto desdén el problema de la discapacidad.

Unamos todas nuestras voces, desde nuestras respectivas trincheras, en una sola para exigir mayor atención a quienes tienen una discapacidad y sus familias.

Hagámoslo recordando que nadie tenemos garantizado que el día de mañana seguiremos físicamente igual que este que está transcurriendo.

¿O Usted qué opina?

La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx



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