domingo, 25 de marzo de 2012

Temas y...lodazales


Es cierto que durante las campañas políticas, en cualesquier país se practica la llamada guerra sucia, pero me pregunto si los dirigentes de los partidos políticos y sus candidatos o candidatas no pueden ser más propositivos que inquisitivos.
Que los candidatos y candidatas  nos digan con mayor claridad qué ofrecen, pero no falsas promesas.
Que no nos quieran ver la cara.
Y que no conviertan la arena política, en un lodazal.
No tengo ni idea de cuántas campañas he sido testigo de que se ha privilegiado más el desacreditar al adversario que hacer propuestas al electorado.
Pero creo que ya se deberían dejar de pendejadas y centrarse en lo que realmente nos interesa a los ciudadanos y ciudadanas de este país: la solución real y pronta a los problemas diversos que nos aquejan.
Porque si nos dedicamos a la descalificación y a la crítica con saña y muchas veces sin fundamento, serían avis raris aquellos o aquellas que pudieran hacerlo con calidad moral.
Eso de que tal o cual partido, tal o cual ex presidente de la república, gobernador o alcalde hico o no hizo, mal o bien, no debería priorizar el debate público.
Necesitamos poner sobre la mesa, los problemas nacionales y las posibles soluciones.
Llevamos años y años diciendo que ahora si ya se van a resolver y seguimos igual o peor.
En el ámbito del poder público federal ya nos han gobernador dos ideologías distintas y la verdad de las cosas es que no se aprecia la diferencia.
En varias entidades, como Tlaxcala por ejemplo, ya han gobernador tres distintas fuerzas políticas y los tlaxcaltecas siguen igual de jodidos. 
¡Ah!, pero eso sí, la mayoría de los que se desempeñaron como servidores públicos con responsabilidades de primer, segundo y hasta de tercer nivel, viven como jeques petroleros.
Alguien me decía la semana pasada que si hacíamos una revisión de los ricos de abolengo o de antes y los ricos de ahora, veríamos con asombro que los primeros se han ido extinguiendo como los dinosaurios y los nuevos provienen de las llamadas comaladas sexenales de millonarios.
Otras veces he dicho en este espacio que lo que se necesita para superar las adversidades en México se requiere voluntad política.
Y eso es lo que más escasea.
Por desgracia.
Así es que no vale tanto la pena en saber si fulano o zutana es un mal candidato o mala candidata y si el partido o partidos que los postularon, son también peros, malos o buenos.
Lo que hay que exigirles, a todos, es que se preocupen por ser más propositivos.
Que nos digan cómo van a lograr cambios efectivos en este país y cómo van a solucionar realmente sus problemas.
Que se dejen de simpladas y que veamos que realmente son capaces y que tienen la estatura para conducir a México por el nuevo tramo sexenal que habrá de iniciar el uno de diciembre del presente año.
Ser presidente o presidenta de este país es cosa seria.
Eso es lo que importa.
¡Ya basta de payasadas!
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx

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