jueves, 26 de abril de 2012

Temas y...¿Chepe-Chepina?

¿Quién prefiere usted que gobierne este país?



¿Una mujer con falda pero con muchos pantalones, o un hombre común y corriente?


Si bien es cierto que la violencia que se ha desatado por el activismo del crimen organizado a lo largo y ancho de la república mexicana es un hecho que preocupa y ocupa a las autoridades, no creo que sea indispensable que el próximo o la próxima presidenta de México tenga que ser alguien que combine las faldas y los pantalones al mismo tiempo.


Entiendo el objetivo del mensaje ese de la señora candidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota de que ella será una presidenta con faldas, pero con muchos pantalones.


La verdad, no me gustaría verla con una falda y debajo sus pantalones.


Algo así como María la Bandida, inmortalizada por la doña, María Félix.


O como Concha la del Huehuento, una amazona que viajaba a lomo de bestias, desde su rancho ubicado en aquella región de Durango hasta, el pueblo de madera donde yo radicaba con mis padres cuando niño.


También María la de la Sierra Santa, lo hacía desde la zona de Las Quebradas allá por la región de Topia y Canelas, hasta ese pueblito de la sierra duranguense, San Miguel de Cruces.


Y un trío de mujeres con faldas pero con pantalones, lo completaba la Tía Micaela.


No vivía con nosotros pero de vez en cuando nos reuníamos con ella.


A ellas tres, siempre las vi con el mismo tipo de vestimenta.


Y sí, como bien dice Josefina, eran mujeres con falda y con muchos pantalones.


Pero algo había en ellas, que me inquietaba.


A la mejor el hecho de que vestían como mujeres pero actuaban como hombres.


Cabalgaban a caballo, sabían manejar algunas armas, cortaban leña y hacían otras cosas más que supuestamente no lo hacía la mayoría de las mujeres de la época.


Concha la del Huehuento mantuvo una relación sentimental de muchos años con Rafael Rubio, un pistolero que asesinó a los tíos José y Roberto en un duelo de aquellos parecidos a los del viejo Oeste.


Con el paso de los años he aprendido a valorar a las mujeres por igual y aquello que cuando niño me inspiraba temor, ya quedó en el pasado, pero como en este caso se trata de alguien que quiere gobernarnos desde la Presidencia de la República, pues sí que me inquieta que en la silla en la que hoy se sienta Felipe Calderón, esté sentada una mujer con falda, pero con muchos pantalones.


Más bien me gustaría que, si ella ganara las elecciones del primer domingo de julio próximo, lo que cada día que pasa se ve más difícil, se dedicara a gobernar con sus faldas bien puestas y que le dejara los pantalones a sus colaboradores.


Alguna vez, Mathama Gandhi dijo que la violencia genera violencia y no creo que merezcamos que en la Presidencia de la República tengamos a una persona violenta.


Los 60 mil –más o menos- muertos que ha dejado el combate frontal del gobierno de Felipe Calderón al crimen organizado, son cifras escalofriantes, pero creo que más que ver el fenómeno como una pandemia que merece enfrentarse a sangre y fuego, tiene que irse a las causas que lo provocan y buscar otras soluciones.


En Colombia lo hicieron.


¿Por qué, no aquí en México?


Digo…


La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx


P:D: Por cierto lo único diferente que veo en Josefina, son las fotos truqueadas.





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