domingo, 24 de marzo de 2013

Temas y...in memoriam

“Demasiado lejos estaba yo de imaginar que algún día conviviría en una partida de dominó, con un hombre que poco tiempo después se convertiría en jefe de seguridad de Luis Donado Coloso Murrieta, ya abanderado priista a la presidencia de la república.

Domiro García Reyes, general del Ejército Mexicano, quien viera la primera luz en la ciudad de Poza Rica, estado de Veracruz, era ya subjefe del Estado Mayor Presidencial, cargo que, escalafonariamente, le debía haber correspondido al general Roberto Miranda Sánchez, pero dos hechos trágicos cambiarían su vida.

Uno, originaría su ascenso a tal posición y otro lo sumiría en el huracán. Su antecesor en el cargo, el general Pedro Bautista Pérez, despegaba el 25 de marzo de 1992, en un helicóptero "Puma" de la ciudad de Oaxaca, en condiciones meteorológicas sumamente adversas; el exceso de confianza los llevó a un desenlace fatal, sus compañeros y él se estrellaron contra una montaña. Ello cancelaba la gira del entonces presidente de la república, Carlos Salinas de Gortari, por aquel estado.

El capitán de Navío, Eduardo Ramón Cano Barberena, era director general de gobernación del estado de Hidalgo, me encargaba llevar a Huejutla el convoy que se requería para la gira presidencial de Salinas de Gortari por aquellas tierras hidalguenses.

Por la tarde, arribó a dicha población un grupo de élite del Estado Mayor. Yo, después de comprobar que todos los vehículos estaban en perfectas condiciones, hospedé a los conductores y me dispuse a ponerme a las órdenes del cuerpo militar en el aeródromo local, que todavía existía. Ahí me enteré que mí superior, el hoy contra almirante o vice almirante -no tengo el dato preciso-, Cano Barberena, había llegado. Contacté con él y después de darle novedades nos dirigimos al lugar del acto.

Más tarde lo acompañé a cenar al restaurante "Galván" con miembros importantes del Estado Mayor Presidencial: coroneles, tenientes coroneles, capitanes y qué sé yo. Desde luego, todos al mando del general Domiro García Reyes. Al término, se me ordenó llevar una camioneta al hotel Posada Huejutla ya que, los "jefes" habían decidido irse a pie. Al entrar me interceptó un militar que había cenado con nosotros y que, por lo que me percaté, era de los de más confianza de García Reyes. A "rajatabla" me dijo:

-¿Usted es el doctor Montoya? -A sus órdenes. -¿Sabe jugar domino? -Sí. ¿Por qué?

-Acompáñeme, ya la hicimos. -Yo me pregunté a mí mismo: ¿ya la hicimos de qué?

No recuerdo el nombre o apellido de dicho militar, pero me pasó a una habitación y ¡oh! sorpresa, a mitad de la cama se encontraba el general en cuestión.

Siempre me he considerado una persona muy observadora y me percaté que García Reyes hablaba con el general Cardona, su jefe, por un teléfono instalado en dicha habitación. Le rendía novedades. Después le llamó al Comandante de la 18 Zona Militar, con sede en Pachuca, y le ofreció un helicóptero para su traslado a Huejutla. Me di cuenta que no lo aceptó, pero de lo que no tengo duda es que era de un mayor rango militar porque lo trató con mucha deferencia. Días después lo comprobé. Al ofrecimiento no aceptado simplemente Domiro señaló: -Bueno, yo cumplí.

De repente, un ayudante militar desplegó una mesa portátil que se convirtió de dominó. Dos horas aproximadamente en las que llevé como compañero a Domiro García, y en las que habíamos ganado casi todas las "manos", alguien tocaba la puerta.

-Mí general, está un capitán Cano, quiere verlo.

-Que pase. -Buenas noches mí general. -Siéntate Cano. -Oye, por cierto, qué bien juega tú colaborador.

Cano Barberena no había reparado en que yo estaba ahí. Noté que no le gustó mi presencia y era lógico, seguramente el próximo Jefe del Estado Mayor Presidencial iba a ser el multicitado Domiro García, y no era posible que el "Minino" estuviera departiendo con él una partida de dominó y unos whiskies. Ese día acuñé en mí repertorio personal la famosa frase: "No es correcto", que me expresó más tarde, de manera molesta Cano Barberena.

¡No es posible, usted jugando con Domiro y yo trabajando!

Y yo qué culpa tengo, un militar me llevó con el general y ni modo que le dijera que no.

¡Yo nada más le digo, no es correcto! Le hubiera dicho a Domiro que yo juego bien dominó!

Pues a mí no me consta que usted juegue dominó, ya sea bien o mal.

Lo que refiero fue en el año de 1993, meses más tarde con la candidatura de Colosio a la presidencia de la república, Domiro fue designado jefe de seguridad del candidato. Se encontraba ya en "Los cuernos de la luna". Después la debacle. Colosio asesinado, Domiro en la tempestad. Así es la vida”.

El pasado sábado se cumplió un aniversario más del crimen de Luis Donaldo Colosio y por ello decidí reproducir este trabajo que encontré buceando en la Internet y que cita a dos generales relacionados con BCS: Bautista y Miranda.

La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx

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