jueves, 1 de agosto de 2013

Temas y...feliz ignorancia

“El esclavo se da cuenta que lo es, hasta que se ve libre”.
Esta profunda frase la recordé el otro día luego de que uno de los fotógrafos de este matutino, me comentó que se estaba dificultando tomar una fotografía de una señora menesterosa que se instala en un céntrico crucero de esta ciudad capital.
Y es que ya habíamos abordado informativamente el caso, hace como tres meses, haciendo un llamado a las autoridades correspondiente para que le prestaran apoyo humanitario a fin de que ella pudiera estar en mejores condiciones, que en plena calle.
Al parecer sí hubo el intento de auxiliarla por parte de alguna institución de beneficencia pública pero la señora no aceptó.
Fue entonces que pensé que tal vez, para ella, su mundo se reducía a ese espacio en el que se mueve apelando a la caridad pública.
Que en ese pequeño perímetro de cemento o asfalto se siente bien.
Porque suele haber personas que, supuestamente, satisfacen sus necesidades con muy poco, como lo decía con frecuencia el fallecido filósofo callejero de origen argentino, Facundo Cabral.
Es decir, que tal vez la señora, como los esclavos, se siente bien viviendo en las condiciones que vive y sabe que si va a otra parte, su vida será diferente.
Y por lo que se ve, parece que no le afecta en lo más mínimo, vivir en esa pobreza extrema.
Algo que parece una generalidad entre los mexicanos, porque, según leo, somos los más satisfechos con el nivel de vida que tenemos, dentro de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo, la OCDE.
¡Pobres, pero felices!
Según el Indice para una Vida Mejor, los mexicanos estamos más satisfechos con nuestra vida que el promedio de la OCDE. El 85 por ciento de las personas dicen tener más experiencias positivas en un día normal (sentimientos de paz, satisfacción, por sus logros, gozo, etc) que negativas (dolor, preocupación, tristeza, aburrimiento, etc.).
El informe, evalúa 11 aspectos del bienestar: vivienda, los ingresos, el empleo, la comunidad, la educación, el medio ambiente, el compromiso cívico, la salud, la satisfacción ante la vida, la seguridad y el balance entre la vida y el trabajo.
O sea que estamos más satisfechos que los habitantes de Australia, Estados Unidos de América, Chile o Alemania.
Aunque lo dude.
Jodidos, pero contentos, pues.
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx



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