domingo, 11 de agosto de 2013

Temas y...pillo sindical

Es militante del PRI, pero desde hace poco más de dos décadas ejerce su liderazgo bajo gobiernos el PRD y aun así, se ha enriquecido como la mayoría de los líderes sindicales nacionales de este país.
Es Fernando Espino Arévalo, líder del sindicato que agrupa a los trabajadores del Sistema de Transporte, llamado Metro, allá en la capital de la república.
Con el poder de su firma, como dice el comercial aquel, el señor Espino Arévalo se ha dado el lujo de meter a la nómina del Metro a casi una treintena de familiares, directos e indirectos y a uno que otro compadre.
Esa anomalía se acaba de detectar y eso porque un diario capitalino investigó al respecto y descubrió que este líder abusivo tenía en nómina a su esposa, hija, hijos, cuñados, hermanos y párele de contar.
Ante el escandalito, una de sus hijas, que ocupaba un importante puesto dentro de la estructura administrativa del Metro, ya presentó su renuncia, pero no regresó todo el dinero que, indebidamente, cobró.
Su hijo, Fernandito Arévalo Jr., opera uno de los 4 comedores que la empresa licita para darle de comer a sus trabajadores.
Gurtmex, que así se llama, ganó la adjudicación directa para formar parte de los comedores que venden alimentos a los empleados del Metro, pero de tan mala calidad que ya había varias quejas al respecto.
Tan sólo el año próximo pasado, la empresa de Fernandito recibió ¡35 millones de pesos!
¿De quién serán realmente los otros 3 comedores?
Seguramente de algún directivo o alto servidor público del Gobierno del Distrito Federal que también, al igual que el líder sindical del Metro, está haciendo su agosto todo el año.
Fernando Arévalo Espino lleva un nivel de vida que no se diferencia mucho del que exhiben otros líderes corruptos como el senador Carlos Romero Deschamps, líder nacional de los trabajadores petroleros o la defenestrada Elba Esther Gordillo Morales.
El Metro de la ciudad de México, DF, está subsidiado.
En estos momentos se discute la necesidad de incrementar el costo del boleto por pasajero porque ya es demasiado el dinero que tiene que inyectarle la Jefatura de Gobierno, hoy a cargo de don Miguel Angel Mancera, para que pueda operar.
Lo que se debería hacer es privatizarlo y cobrar una tarifa justa, pero de esa manera evitar que siga siendo una empresa que sólo sirve para enriquecer al dirigente sindical, a su familia y a unos cuantos vivales que también hacen de las suyas con los dineros del Metro.
Según trascendió, el CEN del PRI le cancelaría sus derechos como militante a Fernando Espino Arévalo, porque su proceder, mancha el buen nombre de ese partido político.
Obviamente que eso no provocará que Espino Arévalo deje de hacer sus pillerías, porque, incluso, ya fuera del PRI se puede afiliar al PRD y pues así mejor las cosas.
¿Admitirá ese partido a los rateros?
Es pregunta.
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx






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