jueves, 21 de noviembre de 2013

Temas y...mensaje equivocado

No sé si ese ambiente de violencia que permea en todo el país desde hace varios años, haya influido en las autoridades de la Secretaría de Educación Pública a la hora de elaborar ese spot en el que aparece un supuesto profesor, que da la impresión por cierto de estar metido en una especie de traje de Batman y a punto de romperse en mil pedazos como sucede con la ropa de Hulk, el hombre verde cuando se enoja.
En dicho spot o anuncio, el rubicundo docente habla de las bondades de la reforma educativa, pero utiliza una palabra que, al menos a este modesto escribidor, le parece inadecuada y que bien pudo haber utilizado otra: armas.
Si el propio gobierno federal viene luchando por erradicar la violencia, que no da cuartel en todo el país y en específico en algunas entidades, como Michoacán, tiene una campaña permanente de despistolización, no me explico cómo a los genios que hicieron el dichoso anuncio se les ocurrió que el dichoso profesor diga que con la dichosa reforma educativa, nuestros hijos tendrán ¡las armas! necesarias para enfrentarse a los retos de la vida.
Es cierto que se trata de un término coloquial que suele utilizarse con frecuencia en nuestra forma de expresarnos.
Pero en este caso, considero que debió de haberse utilizado la palabra herramientas, en lugar de la de armas.
Se trata de hacer conciencia de la importancia de una buena educación, pero no haciendo una apología subliminal de la violencia.
Ya con esos más de 100 mil muertos relacionados con el crimen organizado y los que se sumen esta semana, basta y sobra.
Y no crea usted que esos detalles no los observan los niños o jóvenes que escuchan ese tipo de propaganda.
Es más, los alumnos del nivel de preescolar, están muy despiertos y captan todo.
He aquí un ejemplo:
Oliver, es un sobrino de casi 5 años que suele ir los sábados a mi casa, aprovechando que ese día descanso y le puedo dedicar algunas horas de atención, aunque a veces se me dificulta porque tengo que escribir columnas y enviar información a México.
El sábado anterior, cuando buscábamos en la red algunos juegos infantiles para que se entretuviera, encontramos uno sobre cazadores de animales.
Son de esos en los que se utilizan diversas armas, según el gusto de quien lo opere.
Le sugerí a Oliver que podría jugarlo.
“¿Tati, Vamos a tener que matar animales?”, me preguntó con una expresión de angustia y desconcierto en su rostro.
La verdad es que me quedé perplejo y tuve que mentir, diciéndole que más bien de lo que se trataba era de cazar los animales –aparecía la cornamenta de un venado- pero con armas que disparaban dardos somníferos y que a los animales que les acertara se quedarían dormidos un rato y que luego despertarían y la cosa no pasaría a mayores.
Sin embargo, la respuesta no lo satisfizo del todo y se negó a jugar ese juego, con un gesto de desaprobación. Y no sé si vio las imágenes de ese par de insensatos que asesinaron hace unos días un jaguar y hasta se lo comieron y de la periodista que allá en Africa, mató a un león macho, en un Safari, la semana pasada y que fueron muy criticados en las redes sociales.
Encontramos entonces otro juego en el que se trata de darle a una niña que va a ver al dentista, lo que se necesita para que la atiendan y cuando vio que al abrir ella su boca mostró a unos bichitos haciendo talacha para dañarla, que se cepilló los dientes y luego tomó un poco de agua para enjugarse y arrojarla llena de bichitos al lavabo, Oliver dijo que el también haría lo mismo y que se lavaría su boca las veces que fuera necesario para no tener bichitos.
Por ello digo que los niños y niñas entienden los mensajes y que no debemos utilizar palabras o elementos a los que se les puede dar otro sentido y menos que estén relacionados con la violencia.
¿No le parece?

La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx  

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