jueves, 17 de julio de 2014

Temas y...¡Ah, la inspiración!

La semana pasada durante una entrevista para la TV que le hizo Ricardo Rocha a los integrantes del grupo musical La Oreja de Van Gogh, dijo algo que me pareció digno de comentar en este humilde espacio.
El mejor entrevistador de la televisión mexicana mencionó que alguna vez, Gabriel García Márquez, el gran Gabo, había dicho que él jamás compondría una canción, que eso de la composición musical no se le daba a pesar de ser el excelente escritor que fue al grado de haber ganado el Nobel de Literatura en 1982 y que ese género literario, era el menos apreciado.
Hace unos días, en este mismo espacio mencioné que el gran cantautor argentino Franco de Vita, habló del tema en una entrevista, también para la TV y dijo que sería justo que se reconociera más a los autores de las canciones que la gente escucha y que piensa que quien las canta, también es el autor y daba como ejemplo las que él compuso especialmente para Chayanne, Contra viento y marea, Y tu te vas, Un siglo sin ti.
¿Por qué aun con toda esa genialidad y facilidad para la escritura, que tenía el gran colombiano Gabriel García Márquez, no podía componer alguna canción?
Tal vez, porque la inspiración lo llevaba a la creación de cuentos y novelas, que con el tiempo, lo convirtieron en la celebridad que es y que lo será por siempre.
Pero cuanta razón tiene el gran Gabo al decir que el género de la composición musical y no me refiero, obviamente, al de la música clásica o culta, sino a la música popular, es el más incomprendido a pesar de que millones de seres humanos abrevamos en las canciones para diluir o retraer recuerdos, para expresar emociones, etcétera.
No tengo ni idea del número de compositores de música popular que hay en el mundo, en Latinoamérica y específicamente en nuestro país, pero hay nombres muy destacados, en todos los géneros musicales, que permanecen en la memoria colectiva al paso de los años y que sólo mencionaré algunos de los más reconocidos en México, como, Ernesto Cortázar, Manuel Esperón, Guty Cárdenas, Agustín Lara, Consuelito Velázquez, María Greever, Víctor Cordero, Alvaro Carrillo, Alfonso Esparza Oteo, Pedro de Urdimalas, Pepe Guízar, Tomás Méndez, Alberto Raúl Cervantes, Rubén Fuentes, Felipe Valdez Leal, José Angel Espinoza Ferrusquilla, Gonzalo Curiel,  Roberto Cantoral, Juan Záizar, Armando Manzanero, Homero Aguilar, Felipe Gil, Juan Gabriel, José María Napoleón, Bulmaro Bermúdez, Cuco Sánchez, Cornelio Reyna, Lalo Mora, Teodoro Bello, Chava Flores, Oscar Chávez, Sergio Esquivel, Elbert Moguel, Jorge Massías, Lupe Esparza, Joan Sebastian, Marco Antonio Solís, Martín Urieta, Fato, Ely Guerra, Leonel García, Mario Domm, Natalia Lafourcade, Samo, Yuridia, Espinoza Paz y muchos más.
Entre los internacionales, no podría dejar de mencionar a Boby Capó, Pedro Flores y Rafael Hernández de Puerto Rico; Manuel Alejandro, Juan Carlos Calderón, Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Camilo Blanes, Alejandro Jaen, Rafael Pérez Botija Miguel Bosé y Alejandro Sanz de España; Mercedes Sosa, Facundo Cabral, Alberto Cortés, Piero, Leonardo Fabio, Palito Ortega, Leo Dan, Elio Roca, Dino Ramos, Diego Verdaguer, Alejandro Lerner, Ricardo Montaner y Noel Schajris de Argentina; Milton Nascimento, Roberto Carlos y Nelson Ned de Brasil; Rudy La Scala, Oscar de León, Carlos Mata y Franco de Vita de Venezuela; Chabuca Granda, de Perú; Violeta Parra, Myriam Hernández y Beto Cuevas de Chile; Benny Moré, Dámaso Pérez Prado, Compay Segundo, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez y Amaury Pérez de Cuba, etcétera.
Algunas veces no ponemos atención en lo que dice la canción pero si lo hacemos, veremos que muchas de ellas son verdaderos poemas, piezas literarias que tocan las fibras más sensibles de nuestras mentes y corazones.
Nos hacen llorar, reír o gritar de alegría.
Decía don Alberto Raúl Cervantes, autor de Cien Años y otras canciones que popularizaron Pedro Infante y Javier Solís, con el bolero ranchero, que como autor de ese género a él le hacían el fuchi en los círculos literarios de la capital del país, pero que llegó a escuchar a algunas de las grandes figuras de la literatura mexicana, tararear sus composiciones y eso lo hacía sentirse muy orgulloso.
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx






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