sábado, 13 de febrero de 2010

Carta a un paisano, injustamente encarcelado

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Fíjese paisano, Javier Herrera Valles que una vez el entonces agente No. 2 del Ministerio Público del Fuero Comúna acá en La Paz, BCS, el licenciado Daniel Martínez Alanís, me dijo viéndome a los ojos: “Se te ve que eres sincero”.
Eso ocurrió por un caso que ya he narrado alguna vez en este espacio y que no repito para no desviarnos del tema fundamental y que es el de lamentar que un policía de carrera como usted con su brillante limpia trayectoria de 30 años, esté tras las rejas por la acusación de un testigo protegido.
Antes, el método era cargar a quien se quería eliminar o acusar, con droga.
Yo no lo he visto a usted a los ojos personalmente pero viendo su foto o su imagen en video, coincido con el licenciado Martínez Alanís de quien no se hoy su paradero.
Yo, a diferencia del señor presidente de la república, Felipe Calderón Hinojosa, si creo en que usted no es un malandrín.
Yo si creo en las denuncias que usted, por escrito y luego ante la admirada Denisse Merker hizo con relación a la verdadera personalidad de Genaro García Luna, el señor secretario de Seguridad Pública en este país. ¿Qué le sabe al señor presidente?
Yo si creo, paisano, que en esos 30 años que usted ha sido policía, la mayor parte de ellos dentro de lo que fue la extinta Policía Federal de Caminos y ahora Policía Federal Preventiva, cruzó el pantano y sus manchas fueron imperceptibles.
Usted que perteneció a la XXV generación de egresados de la Escuela Profesional de la Policía Federal de Caminos, piloto aviador de alas fija y rotativa, con capacidad de instructor de vuelo de helicópteros Bell-206-B y MD-530OFF, capitán de vuelo en equipo Bell-412 con 5 mil 300 horas de vuelo, licenciado en Criminología y que cursaba, cuando fue detenido, la maestría en especialidad, además de ser presidente de la Asociación Nacional de Egresados de la Academia del Federal Bereau of Investigation, el FBI y con 30 años de servicio sin mancha alguna, no creo que de repente, cediera finalmente a las tentaciones de recibir dinero del crimen organizado a cambio de protección.
Y menos cuando el testigo protegido que lo acusó, dice que lo vio a usted dialogando con individuos de dos cárteles que están luchando a muerte por el control del trasiego de la droga que llega y se distribuye tanto en México como en el vecino país del norte e incluso en otros países.
Yo si creo que si usted tuviera su conciencia intranquila y estuviera mintiendo, no se atrevería a mandarle esas cartas que le envió el 15 de febrero y el 7 de mayo al ciudadano presidente de la república, para denunciar las irregularidades del señor García Luna.
Yo no creo en cambio, que esa operación limpieza esté eliminando a las verdaderas ratas que pululan por las instituciones encargadas de la seguridad y protección de los ciudadanos de México.
Y sobre todo, creo en lo que usted afirma de su señor padre Don José de la Luz Herrera que fue el que le inculcó el verdadero amor a México y el comportarse siempre como un hombre honrado y leal a sus convicciones.
Lo mismo aprendí yo de mi señor padre que un día cuando un rico ganadero que le sugirió que en el recibo por pago de traslado de 500 cabezas de ganado vacuno le cobrara en el recibo de la Recaudación de Rentas del gobierno del estado de Durango, únicamente 250.
“Hijo, hazle el recibo al señor H. Luz por 500 cabezas de ganado y que te pague”.
Lo único malo de creer en usted, es que, a diferencia del señor presidente, yo sólo soy un pobre escribidor de Temas y Sucesos...
La lectura es vida, lo demás...es lo de menos...hzr@prodigy.net.mx

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